Cuando cree el blog lo hice para imaginar, para soñar con determinados artículos de lujo, a veces hasta he llegado a visualizarme con un Chanel colgado del brazo, quien no, o sujetando firmemente las asas de un SC con la misma seguridad con la que lo hace Alexa Chung, sin embargo, me encuentro en un punto en el que todo eso me resulta tan superfluo como innecesario. Una puede llegar a obsesionarse, os lo digo completamente en serio, la insatisfacción y la ansiedad existe, el vivir pendiente de lo que se lleva, de tener que comprarte un vestido aunque no te haga ninguna falta.
He llegado a sentir como la moda estaba ejerciendo un efecto insano en mí y es ahora cuando necesito contarlo, cuando la ansiedad ya no está. Voy a seguir comprando bolsos y zapatos como la que más, leyendo revistas de moda y vuestros blogs pero de forma más relajada, disfrutando del momento y así seguro que cuando realice una nueva adquisición la disfrutaré plenamente.
Si quiero un buen bolso hay cientos de opciones razonables, humildes e igualmente atractivas, como los que he descubierto hace poco, de Sita Murt, tan utilitarios como bonitos, tanto o más que un Vuitton y nada reconocibles, pues otra de las cosas que me desencanta del mundo fashion, y hace que si antes me gustaba un determinado artículo termine por parecerme aburrido, es verlo por todas partes, el furor del momento resulta efímero, agota cualquier objeto de deseo en poco tiempo, lo fulmina.
Lo que pretendo deciros es que necesito tomarme un respiro, no sé por cuanto tiempo, pero no volveré asomarme por aquí hasta que no tenga nada interesante que decir.
Afortunadamente soy mucho más que una apasionada de la moda y de frívola tengo más bien poco, aunque sea la imagen que me gusta ofrecer a los que me conocen por primera vez o de una manera menos profunda, así me muestro, frívola e ingenua, pero ni lo uno ni lo otro. La frivolidad es una vía de escape maravillosa y sirve para evadirse de todas las cosas feas que suceden a diario, además, el blog hace ya algún tiempo que estaba empeorando de forma progresiva, falto de la frescura del principio, convirtiéndose en algo aburrido y monótono.
Ahora dedicaré tiempo a mis verdaderas pasiones, quiero volver a dibujar y a leer novelas de barcos y marineros como cuando era adolescente. En el momento en el que sienta una necesidad real, publicaré una nueva entrada, ya sea dentro de dos, cuatro u ocho meses. Si todavía algunas permanecéis por aquí estaré encantada de volver a encontrarme con vosotras.