En pocos días tengo una salida de shopping pendiente para actualizar mi vestuario de cara al verano.
La verdad es que llevo varios meses sin comprar nada, esperando para hacer mis adquisiciones todas juntas, bueno, rectifico, sin comprar nada trascendente, algún collarcito que otro sí.
Tengo ganas de un mono vaquero cortito y fresco, de líneas muy sencillas y cómodo ante todo, algo parecido a esto.

Camisetas varias, lisas y
muy finas, de esas tan transparentes que parecen papel de fumar, que no aprieten nada. Las blancas son imprescindibles, las adoro.
Hace unas tres semanas mi novio me regalo una casi idéntica, con el mismo bolsillo, pero en azul celeste.

Con vaqueros, un collar y pocos añadidos más, quedan geniales.

Incluso con unos pantalones que dejen pasar el aire, de lino o algodón.

Como he dicho tantas veces, soy
fan de los collares, por eso me atraen las camisetas básicas, para poder lucirlos, alguno seguro que volverá a caer.

No soy muy amiga de los estampados, a no ser, claro, que llamen mi atención, o la ocasión lo requiera.
Hacerme con una así no es mala idea, para salir por la noche, mi mejor par de vaqueros y listo.

Con los vestidos tengo un trastorno, me gustan tanto..., quiero uno como el de
Kirsten tipo túnica, me encanta, tiene el largo perfecto y es tan
fresquito.

Los que más suelo usar, son tipo camiseta, por encima de la rodilla, de esos me apunto varios.

El de aquí abajo me ha parecido una monada aunque no tenga nada que ver con los dos anteriores.

Un vestido negro, que siempre viene bien.

Para ir elegante o más
sport.

La verdad es que sandalias
tengo muchas, para que nos vamos a engañar, pero este año, quiero unas nuevas, planas y a ser posible en tonos dorados o
beige, pues las puedo combinar con muchísimas de mis cosas, no me limitan tanto, van con negro, con blanco, con marrones, con casi todo.
Estoy enamorada de las Lanvin, pero me temo que tendré que bajar el listón.
