Ser sofisticada en bailarinas es posible, incluso sostengo la teoría de que éstas son más chic que los tacones, bueno, lo dice una que no se pone otra cosa durante los seis meses más cálidos del año. Creo que, con la ropa adecuada, y ese punto ingenuo que aportan, nos pueden convertir en el colmo de la feminidad.
Se dice que unos buenos tacones lo remedian todo, que al instante te transforman, te estilizan, te hacen sentir segura, pues que queréis que os diga, yo hace mucho tiempo que apenas los uso, no os negaré que en alguna ocasión me apetecen, pero cada vez más opto por el calzado plano. Como veis se puede ir cómoda y guapa, prescindiendo de las alturas, incluso por la noche.
Pero claro, no todo vale, si se opta por bailarinas, éstas deberán ser lo más sencillas posible, bastante escotadas en la parte delantera y negras preferiblemente, las que son ligeramente puntiagudas estilizan. Yo tengo unas multifunción, no son negras, sino azul petróleo, pero lo parecen, guateadas, comodísimas, y tienen una pequeña cuña interna, cuando me las pongo me encuentro estilizada, sofisticada y femenina.
Ahora bien, para lograr esa sofisticación, hemos de prescindir de todos los artificios, el secreto es el chic minimal.